Cuaderno de ejercicios para poetas visuales
Unos 11.000 kilómetros separan Galicia de Japón, y una distancia similar, no en un sentido geográfico, nos podría alejar a siete fotógrafas gallegas de los escritores de haikus Yamazaki Shokan, Den Sutejo, Chisoko, Bashoo Matsuo, Mukai Kyorai, Fukuda Chiyojo, Masaoka Shiki o Kadokawa Haruki.
Sin embargo, el espacio se diluye si planteamos un juego, un proyecto, un reto que unos afrontan escribiendo con palabras y otras con luz.
A todos ellos les mueve un estremecimiento, una agitación ante la contemplación de la calma de la naturaleza, de la belleza de un momento vivido, de un instante.
Galicia y Japón, lo cercano y lo lejano, el centro y la periferia… según donde nos situemos… según nuestros orígenes…. relatividad.
Todos los jugadores persiguen los mismos fines y estas son las reglas del juego : descubrir nuevos caminos donde otros maestros antes buscaron, ir al encuentro del equilibrio entre lo perenne y lo efímero y registrar de una manera inmediata lo que ocurre aquí y ahora.
Todos deben mantener una actitud serena y alejada de los problemas, para recuperar la curiosidad de la infancia y permanecer atentos a los momentos fugaces que suceden a su alrededor…
En su camino hacia el Haikú es importante para los jugadores, practicar la armonía, el respeto, la pureza y la quietud.
Se trata de contar mucho con poco, poner palabras e imágenes a un sentimiento breve y sincero… a una emoción . La poética literaria y fotográfica entendida como un medio que busca que la realidad conmueva.
Esa es la propuesta de Ricardo Garrido en su libro “Cuaderno de ejercicios para poetas visuales” , jugar con las imágenes como juega el poeta con las palabras y leer las fotografías como si fueran poemas; propuesta que aceptamos y que, a su vez, hacemos al espectador … que el juego comience!!
En la cigarra
que canta, nada indica
su muerte próxima
(Bashoo Matsuo)
«Acaba el año
el viejo se columpia
solo en el parque»
(Kadokawa Haruki)