“Añoraba atrapar toda la belleza que me pasara por delante y, a la larga, creo haber satisfecho tal anhelo”       
(Julia Margaret Cameron) 

Room 111. Habitación 111. ¿O deberíamos decir 111 habitaciones cada una con un sueño, con una historia que contar?

Pero… vayamos por partes… “la ciento once”. Un día un fotógrafo quiere realizar una sesión de desnudos femeninos que él ha visto antes en sus sueños, antes incluso de aprender a fotografiar. Llega a un anónimo motel de carretera y le pide al recepcionista una habitación. Le entrega la llave de la 111.

Lo que empieza por azar, acaba teniendo su continuidad a lo largo de unos 18 años en los que se suceden modelos, situaciones,  imágenes… y cómo no… emociones.  En un principio, el fotógrafo, el Operator como diría Roland Barthes, busca un escenario, más tarde ese escenario le sugerirá nuevos sueños.
      
En numerología el número 1 simboliza el principio de lo que todo deriva y al que todo retorna cuando agota su existencia. Como el fotógrafo que llega, abandona y vuelve a la 111. También representa la unión entre lo racional y lo irracional, los dos aspectos opuestos de la naturaleza. Como opuestos son el azul cielo de las paredes  y el rojo pasión de la sexualidad y la tierra de la moqueta de la 111, fotógrafo y modelo, actividad voyeurista y pasividad , opuestos, como dos “unos” que se encuentran… en una habitación, y por un tiempo son, viven y existen en ella. El deseo y su objeto.

Y en este refugio de paso, se comparte una intimidad breve e intensa. El fotógrafo decide la apariencia de una imagen y hace representar a la modelo su sueño. Ella empieza a posar, etérea y frágil, ante el obturador de la cámara durante un instante, quedándose allí para siempre, invitándonos a imaginar, cuál sería la escena siguiente a lo que está ocurriendo, arrastrándonos, invitándonos a soñar, para luego desaparecer.

Nada garantiza que artista y modelo se vuelvan a encontrar. Y en todo caso ya no serán los mismos, ahora son otros, como la 111. Cuando el sueño termina, no queda nada de lo que fueron… solo quedan fotografías. Rita Ibarretxe.Comisaria

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